Kioto fue mi última parada antes de volver a Tokio por unos días más. Desde que aterricé en Tokio el primer día, la ruta siguió por Osaka, Hiroshima, Miyajima y Nara, para ir a Kioto y de vuelta a Tokio para abandonar Japón. Es una ciudad con muchísimos templos que podéis visitar. Yo le dediqué 3 noches, vosotros en función de cuántos días vayáis y vuestros intereses seguramente prefiráis visitar unos lugares u otros. Muchos de los templos se encuentran unos al lado de otros, así que no podéis aprovechar para visitar uno y visitar los otros.
Para ir a Kioto cogí un tren bala desde la estación de Shin Osaka hasta la estación de Kioto, el viaje son 13 minutos. Para volver unos días después a Tokio, cogí otro tren bala, que en 2 horas me dejó en la estación de Tokio. Para alojarme escogí el Ryokan Kyoka. Un ryokan es un alojamiento que ofrece habitaciones sencillas de estilo japonés tradicional. Esto significa que el suelo es de tatami, duermes en un futón en el suelo y te dejan un yukata que puedes usar de pijama o para estar en la habitación. El ryokan está en un barrio muy tranquilo, a 10 minutos andando de la estación de Tokio.
QUÉ VER Y HACER
- Subir al templo Kiyomizudera, desde el cual podemos tener unas muy buenas vistas de la ciudad.
- Visitar el cementerio Higashi Otani. Los cementerios en Japón son muy diferentes a lo que estamos acostumbrados en Occidente. El cementerio está sobre una colina, y subís a lo alto de él, podéis ver Kioto desde lo alto.
- Pasear por el santuario Yasaka en Gion, el favorito de las geishas. Por la noche se encienden sus faroles y hay un mercado nocturno con comida y bebida.
- Recorrer el callejón Pontocho.
- Pasar por debajo del gran torii rojo del santuario Heian.
- Ver los coloridos kukurizaru en el templo de Yasaka Koshindo.
- Visitar el templo Ginkaku-Ji o Pabellón de Plata.
- Pasear por el Camino de la filosofía o Tetsugaku no michi, un sitio muy bonito en otoño y primavera.
- Bajar andando por los raíles de la cuesta Keage.
- Maravillarse ante el templo Kinkakuji o Pabellón de Oro. A pesar de la cantidad de gente que hay siempre, es una visita imprescindible.
- Visitar el santuario Kitano Tenmangu, donde los días 25 de cada mes hay mercadillo.
- Subir al observatorio de la torre de Kioto.
- Disfrutar de las vistas desde los miradores laterales y la terraza de la estación de Kioto. Lo descubrí de casualidad y me encantó el lugar. Tiene muchos niveles y pasarelas desde las cuales podéis ver la ciudad desde distintos puntos.
- Pasear entre los toriis del famoso santuario Fushimi Inari. Si tenéis el JRPass, podéis usarlo para coger un tren de la línea JR Nara en la estación de Kioto y en 15 minutos llegaréis a la estación de Inari, el santuario está enfrente. El truco para disfrutar del santuario casi vacío y de día es madrugar muchísimo. Yo llegué al templo a las 7:00, y cuando salí a las 10:00 ya estaba llenísimo de gente. Como no llovía y me notaba con energía y tenía tiempo, decidí subir a lo alto del monte, para volver a bajar. En el templo hay varios caminos de subida y bajada, flanqueados por los toriis rojos. Por los caminos os encontraréis templos más pequeños. Yo subí por un camino que no tenía ningún torii y por el que no me cruce con ninguna persona. Una vez que llegué a la cima y bajé por otro lado, me di cuenta de que había subido por una ruta que no era la que imaginaba. No me arrepiento porque estuve una hora entera subiendo en silencio, solo con el ruido de los pájaros en el bosque. Pude hacer muchas fotos sin gente sin tener que esperar ni nada. Pero si volviera creo que me enteraría mejor de los caminos para subir por uno con toriis en vez de por medio de la montaña. Al bajar y antes de irme aproveché para premiarme por la caminata y desayunar un matcha latte en el Vermillion Cafe, que tiene una bonita terraza. El santuario está abierto 24 horas, y estoy segura de visitarlo de noche tiene que ser una experiencia muy bonita.
- No podéis iros sin visitar la zona de Arashiyama. Seguro que os suena por su famoso bosque de bambú, el cual, sino vais pronto, está intransitable y lleno de gente parada haciendo fotos. Si andáis un poco más allá, podéis encontrar el parque Iwatayama, donde hay monos (aunque yo no vi ninguno). Yo me senté a las orillas del río a tomar un poco el sol y luego cruzar el puente Togetsukyo.
- Comer gyozas en Chao Chao Gyoza Shijo Kawaramachi.
Árboles rojos y en flor en Tetsugaku no michi (El camino del filósofo)
Linternas en el santuario Yasaka en Gion
Pabellones rojos en el santuario Fushimi Inari
Pasillos de toris rojos y kitsunes en el santuario Fushimi Inari Taisha
Rincones vacíos de gente en el santuario Fushimi Inari Taisha
Kukurizaru de colores en el templo Yasaka Koshindo y el cementerio Higashi Otani
Arces japoneses en la cuesta Keage
Vistas desde lo alto de la estación de Kioto
El parque Iwatayama y el bosque de bambúes de Arashiyama
El Puente Togetsukyo en Arashiyama
El templo Kinkakuji con su pabellón dorado
Arces japoneses con las hojas rojas en pleno otoño
Dangos con salsa mitarashi y pincho de tortilla francesa en los mercados callejeros de comida
Bol de tempura udon y matcha latte en Vermillion Café a las afueras del santuario Fushimi Inari
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