Puente Rialto en Venecia, Italia
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Guía de viaje: Venecia, Murano, Burano

 

Venecia es importante para mi porque fue el primer viaje que realicé en solitario. En esa época había empezado a trabajar a jornada completa y tenía dinero ahorrado. El viaje surgió de improvisto, porque en el taller de novias donde trabajaba decidieron darnos toda la semana del puente de diciembre libre con dos semanas de antelación. De repente me vi con un montón de días libres que no quise desaprovechar. Al ser tan de improvisto, no puede encontrar a nadie que me acompañara, y decidí atreverme a ir sola.

 

Decidí aprovechar el viaje para visitar también Padua y Vicenza, por lo que me dejé sin ver cosas de Venecia que no me llamaban tanto la atención. Si vais cuatro días, podéis aprovechar para hacer alguna excursión a otra ciudad, o simplemente disfrutar de Venecia.

 

Para que no fuera tan “complicada” esta primera experiencia en solitario, decidí ir solo cuatro días. Había muchos lugares de Europa que tenía ganas de ver, pero me dijeron que Venecia se veía en pocos días, y que en verano es muy mala época para ir por las aglomeraciones y el calor. Creo que hice buena elección porque la ciudad estaba vacía, y entre eso, el clima frío de invierno y el agua de los canales y el mar, la ciudad me dio una sensación de calma y paz muy particular que no he vivido en otro sitio de la misma manera. Según la época del año en la que vayáis, podéis encontraros con el fenómeno del aqcua alta. Son mareas altas que tiene lugar ente otoño y primavera, en las cuales las zonas más bajas de la ciudad se inundan.

 

Todos los hoteles estaban ya llenos o eran muy caros, y en mi primera experiencia viajando en solitario no me apetecía compartir habitación con desconocidos en un hostal. Soy muy introvertida y decidí que por esta vez con pasar cuatro días sola en un país extranjero era suficiente de momento y no quise añadir más factores a la ecuación que pudieran ponerme más nerviosa. Encontré una habitación privada por muy buen precio y bien situada (a 10 minutos andando de la Plaza de San Marcos) en un Airbnb. La única pega que el dueño del piso era chino, pero como puedo hablar chino mandarín eso no fue un problema. Tuve la buena suerte de que me tocó la habitación con cama de matrimonio y baño privado. No coincidí con mis otros compañeros de piso y a pesar del frío de la ciudad, la calefacción de la casa funcionaba genial. Lo que más me gustaba era salir bien temprano de casa al amanecer y ver el sol saliendo del mar.

 

Los únicos momentos en los que pasé angustia o miedo por verme sola o sentirme insegura, eran al estar sola en sitios “alejados” de los lugares con más gente o por la noche según que zonas de la ciudad. Venecia tiene calles muy estrechas y oscuras por la noche. Si eso le sumamos que se hacía de noche súper pronto por ser invierno, y que no había muchos turistas por ser temporada baja, a partir de las 20:00 la ciudad se volvía un poco fantasma. Mi truco para lidiar mejor con esto fue madrugar muchísimo para salir de casa al mismo tiempo que amanecía, y volverme en cuanto se ponía el sol. De esta manera aprovechaba todas las horas de luz y pasaba las horas “inseguras” en mi habitación descansando.

 

 

CÓMO MOVERSE

 

En mi caso, decidí hacer este viaje con una semana de antelación, y como tenía días y quería ahorrarme dinero, no volé directamente a Venecia. Los vuelos directos a Venecia de ida eran muy caros, y me salió más barato volar a Milán, y desde la estación central coger un tren hacia la estación de Santa Lucía en Venecia. El trayecto total fue 4 horas. Si vais justos de tiempo, quizás no os interese, pero es una opción que en mi caso me vino bien.

 

Para volver al aeropuerto al final del viaje, cogí el autobús 5 en la Piazzale Roma, que en 30-45 minutos te deja en el aeropuerto y cuesta 6€ el trayecto. También podéis coger el Alilaguna, que es un autobús acuático, desde la Plaza de San Marcos. Tarda una hora y el viaje cuesta 15€.

 

Venecia es muy pequeño y se recorre rápido, lo único malo es que tiene muchas calles estrechas y recovecos y a veces me encontraba con callejones sin salida cuando intentaba llegar según a que sitio. Para moverme por Venecia, me limité a usar los vaporettos, que son como unos autobuses o metros acuáticos. Hay diferentes líneas, y se mueven por los canales principales. Muchos también sirven para cruzar de un lado a otro de los canales. Los vaporettos dan servicio desde las 4:30 hasta las 00:30.

 

El tema de las tarjetas turísticas y de transporte en Venecia es bastante confuso porque hay muchas opciones. En mi caso, mi viaje fue solo cuatro días, si descontamos el trayecto desde Milán hasta Venecia, realmente tuve 3 días, 72 h, para hacer turismo. Para mi la mejor opción fue cogerme la combinación de la Tarjeta Rolling Venice Card + Tarjeta Travel Card.

 

  • La Rolling Venice solo es válida para turistas de entre 14 y 29 años, cuesta 4€ y te da 15€ de descuento en la compra de la Travel Card de 72h. También te proporciona descuento en muchísimos museos y visitas.
  • La tarjeta Travel Card te permite usar el transporte público de manera gratuita, así que lo aproveché para montar en vaporetto siempre que podía. Me gustaba mucho moverme en barco como quien va en metro.

El precio total de las dos tarjetas fue de 18€. De todas maneras, si tenéis pensado ir, os recomiendo que comprobéis esta información otra vez, porque puede que hayan cambiado algunas cosas. Ambas tarjetas las compré en el puesto de información turística de la Estación de trenes de Santa Lucía.

 

QUÉ VER Y HACER

 

  • Visitar la Plaza de San Marcos. Según la época del año en que vayáis, podéis encontrarla parcialmente inundada de agua. En estos casos, se colocan pasarelas elevadas para entrar a algunos edificios. En la Plaza están los siguientes edificios:
    • Basílica de San Marcos: tiene arquitectura bizantina, con mosaicos dorados en su interior.
    • Campanario de San Marcos: se encuentra en una esquina de la plaza, y os recomiendo subir para ver la ciudad desde las alturas.
    • Palacio Ducal de Venecia: este edificio fue sede del gobierno y prisión, y en la actualidad es un museo con obras de arte en su interior.
    • Museo Correr: cuenta la historia de la ciudad desde su fundación hasta que se adhirió a Italia.
  • Cruzar el puente Rialto y verlo navegando desde el Gran Canal.
  • Entrar en la Basílica de San Juan y San Pablo. Es la más grande Venecia y tardó un siglo en construirse.
  • Ver las obras de arte de la Galeria de la Academia. Suelen hacerse colas muy grandes así que os recomiendo comprar la entrada online.
  • Entrar en la Librería Acqua Alta, un curioso lugar con libros antiguos colocados en bañeras para protegerlos del acqua alta de la ciudad.
  • Dedicar medio día a ver las otras tres islas de la zona. Mi consejo es que o bien vayáis bien pronto por la mañana, para evitar las masas de turistas (sobre todo en Burano), o a medio día, para volver al atardecer y disfrutar de la puesta de sol desde el vaporetto:
    • Murano: la segunda isla más grande, después de Venecia, y conocida mundialmente por su cristal. Si os interesa como se hace el cristal, podéis visitar el Museo del Vidrio. Para llegar en vaporetto podéis coger varias líneas, depende del punto de Venecia de donde salgáis, se tarda entre 30 minutos y una hora en llegar. Es la isla más cercana a Venecia.
    • Burano: famosa por su producción de encaje de hilo (tiene un museo que podéis visitar) y sus casas de colores. Para mi, la isla más bonita de todas. Podéis llegar en vaporetto y el viaje saliendo de Murano son unos 45 minutos.
    • Torcello: el paisaje es muy rural y es la isla menos visitada. Podéis encontrar el trono de Atila, y visitar la iglesia de Santa Fosca y la Basílica de Santa María dell’ Assunta. Esta última fue fundada en el año 639, y se puede subir a su campanario. Desde Burano en vaporetto son 5 minutos.
  • Para comer, en la ciudad en general los restaurantes y cafeterías son caras. Si queréis ahorrar vuestra opción será comer bocatas o trozos de pizza en alguno de los muchos puestos de la ciudad.

 

 

Si queréis aprovechar más días  para ver otras ciudades de Italia, podéis visitar Florencia, Siena, Pisa, Nápoles y Milán.

 

Mañanas frías de invierno

 

Elije tu góndola al amanecer

Palacio Ducal en la plaza de San Marcos

 

La fachada de la Basílica de San Marcos

 

Vistas de la ciudad desde lo alto del Campanile de San Marcos

 

La ciudad del agua

 

El puente Rialto y el Gran Canal vacío

 

Barrios de la ciudad y la librería Aqcua Alta

 

 

Atardecer en los canales de Murano

 

El viaje de vuelta al apartamento desde Murano

 

Tranquilidad en Burano

 

Casas de colores en Burano

 

Muy bien abrigada porque era diciembre y los canales y el mar aumentan la sensación de frío

 

El sol bajo de invierno colándose entre las casas

 

Colores tierra en Torcello

 

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