El año pasado tenía unos días de vacaciones y quería ir con mis padres a algún sitio de Italia en el que no hubiéramos estado ninguno. Queríamos visitar Pompeya así que para ello la mejor opción era ir a Nápoles y desde allí hacer una excursión. Fuimos cuatro días y fueron más que suficientes para ver la ciudad, así como Pompeya, Herculano y Sorrento. Para alojarnos, cogimos un AirBnB cerca de la estación de metro de Garibaldi. La verdad que la zona era muy oscura o no daba buena sensación y por la noche daba cosa. Si hubiera viajado sola sin mis padres, no me hubiera alojado en esa zona. A pesar de ello, el AirBnB por el interior estaba renovado y en muy buen estado.
CÓMO MOVERSE
Para llegar desde el aeropuerto a la ciudad, lo más fácil es coger el Alibus. Este tarda 15 minutos en llegar del aeropuerto al centro de la ciudad. El precio del trayecto son 5€.
Para movernos por la ciudad nosotros usamos el metro, según las distancias y sitios donde queríamos ir. Nuestro AirBnB estaba cerca de la estación de metro de Garibaldi. Lo que hicimos fue comprar un abono diario, que costaba 3,5€.
QUÉ VER Y HACER
- Cruzar la Plaza del Plebiscito. Podéis entrar también en la Basílica de San Francisco de Paula, una de las más grandes de la ciudad.
- Recorrer la Galeria Humberto I, muy similar a la Galería Vittorio Emmanuele II de Milán.
- Pasear por los Quartieri Spagnoli (Barrios Españoles) y la Via Toledo. En esta zona tenéis la estación de metro Toledo. Todas las estaciones de metro de la línea 1 forman parte del circuito de estaciones del arte. Otras de mis estaciones favoritas fueron la de Garibaldi y Università.
- Recorrer las calles Spaccanapoli, Via San Gregorio Armeno (llena de tiendas de belenes artesanales) y Via dei Tribunali, la calle más importante del centro histórico de Nápoles.
- Visitar la Plaza de San Domenico Maggiore, en pleno corazón de centro histórico. Al lado está el Claustro de San Domenico Maggiore. Está conectada a la calle Spaccanapoli.
- Descansar en la plaza de Gesú Nuovo, situada en la calle Spaccanapoli y cerca de la Via Toledo.
- Ir a la Plaza de San Gaetano y bajar a las profundidades de la ciudad, Nápoles Subterránea. Estos son unos túneles creados por los griegos como depósitos de agua, que los romanos posteriormente ampliaron. En la Segunda Guerra Mundial se usaron de refugio. Tendréis que descender más de 100 escalones para bajar a unos 40 metros de profundidad. No os lo recomiendo si sois claustrofóbicos.
- Entrar en el Duomo de Santa María Assunta, cuya entrada es gratuita.
- Visitar la Basílica y Convento de Santa Chiara. Tiene un gran claustro con un patio con frutales y decorado con pinturas y azulejos de colores.
- Ver el exterior del Castillo Nuevo, al lado del puerto de Nápoles. Creo que merece más la pena entrar al Castillo del Huevo. La entrada es gratuita y podéis ver desde allí la bahía de Nápoles y el monte Vesubio al fondo.
- Disfrutar del Museo Madre (Museo d’Arte Contemporanea Donnaregina). Este museo de arte contemporáneo tiene unas instalaciones y exposiciones que ofrecen un buen contraste a los edificios más clásicos de la ciudad.
- Subir a la Cartuja de San Martino. El complejo tiene dos iglesias, más de cien salas, tres claustros y unos jardines. Desde aquí podéis tener unas bonitas vistas de la ciudad. Al lado tenéis el Castillo de Sant’Elmo.
Además de visitar monumentos de la propia ciudad, podéis visitar otros lugares cercanos si vais varios días:
- Herculano: para llegar podéis coger un tren en la estación de trenes de Nápoles Central, en la plaza de Giuseppe Garibaldi, y tomar la línea 1 o 4 hasta la parada de Ercolano Scavi. El viaje son 16 minutos. Desde allí es fácil llegar a las excavaciones. Herculano es más pequeño y tiene menos visitantes, y en mi opinión se disfruta más.
- Pompeya: podéis llegar tanto desde Nápoles como desde Herculano, en la línea 1, se tarda muy poco. La parada es Pompei Scavi – Villa Dei Misteri. Estas excavaciones son mucho más grandes y si queréis verlas todas bien necesitaréis mucho más tiempo. Poneros calzado cómodo sin tacón pues todo el suelo son adoquines romanos llenos de grietas con las que es fácil tropezarse.
- Sorrento: desde Nápoles podéis llegar a Sorrento también por la línea 1 (nosotros visitamos Herculano, Pompeya y Sorrento en un mismo día) y se tarda una hora. Es un pueblo tranquilo y una buena opción para conocer un poco más la costa Amalfitana. Nosotros llegamos después de comer y nos quedamos hasta que se hizo de noche.
De manera general quedé un poco decepcionada con lo que vi. La ciudad de Nápoles está bastante descuidada. Pompeya está muy saturado de gente y creo que Herculano se disfruta más. La visité en febrero así que imagino que en plenas vacaciones de verano debe estar a rebosar. Me gustó mucho visitar Sorrento, cerca del mar y más cuidado, y las zonas de Nápoles que estaban más alejadas del centro y había menos gente. Mis lugares favoritos fueron la Cartuja de San Martino y la Basílica y Convento de Santa Chiara.
En Italia hay otras muchas ciudades maravillosas como Florencia, Pisa, Siena, Venecia, Padua y Milán.
La Catedral de Santa María Asunta
Vistas de Nápoles desde el Castillo de Sant’Elmo
Patios en la Cartuja de San Martino
Vistas desde lo alto de la Cartuja de San Martino, con el monte Vesubio al fondo
Murales en la Cartuja de San Martino
La Plaza de San Domenico Maggiore
Azotea del Museo Madre (Museo d’ Arte Contemporanea Donnaregina)
Mosaicos y ruinas en Herculano
Barcos en el puerto de Sorrento
Merendando en Sorrento
El patio de la Basílica y Convento de Santa Chiara
Techos altos y escalinatas
La Galeria Humberto I
Exterior e interior de la estación de metro Garibaldi
La estación de metro Toledo y estación de metro Università
Merienda en la plaza de Giuseppe Garibaldi
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